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Después del Imperialismo, ¿el diluvio?

<strong>Después del Imperialismo, ¿el diluvio?</strong>

Por José Bell Lara

Rebelión 21 de febrero del 2023.- La expresión original es Después de mi, el diluvio. Atribuida al rey francés Luis XV y la misma es una condensación del egoísmo político. Ella ha llegado hasta nuestros días para significar que no importa lo que ocurra con un país si determinado personaje pierde su poder. En este caso tiene aplicación para la clase […]

La expresión original es Después de mi, el diluvio. Atribuida al rey francés Luis XV y la misma es una condensación del egoísmo político. Ella ha llegado hasta nuestros días para significar que no importa lo que ocurra con un país si determinado personaje pierde su poder. En este caso tiene aplicación para la clase dirigente de EE.UU. y Europa occidental, cuya política puede conducir a un holocausto, con tal de no perder su posición hegemónica en el sistema mundial.

El apreciar la coyuntura mundial apreciamos que estamos viviendo un momento thermidoriano, caracterizado por el avance de la derecha hacía posiciones fascistizantes, cuando no abiertamente fascistas y un retroceso del pensamiento y las posiciones de la izquierda y progresistas.

Lo interesante es que las tendencias fascistoides tienen apoyo de gente humilde que se convierten en tropa de choque, en otras palabras, son instrumentos de los que son culpables de su situación.

Los Estados Unidos son el corazón del imperialismo y el objetivo básico de su política de dominación es la neocolonización del mundo, en función de ello desarrolla acciones económicas, políticas, militares, y mediáticas, las que no utiliza aisladamente, sino de forma interrelacionadas, aunque pueden no presentarlas así . Ejemplo de ello son las medidas económicas, principalmente contra países de la periferia, que tienen un objetivo político, lo que ellos llaman un cambio de régimen.

Ucrania es un caso que le ha permitido avanzar en la neocolonización mundial someter a Europa Occidental a sus designios, para demostrarlo basta una breve referencia a la historia reciente.

En el año 2014 sus aparatos de subversión estuvieron detrás de una revuelta que derribó un gobierno electo e instaló en él a fuerzas antirusas.

A partir de ahí se abrió un conflicto entre la minoría rusa asentada en la región del Donbas y el gobierno de Kiev. En Crimea, península que le fue regalada a Ucrania cuando formaba parte de la URSS, esta se adhirió, mediante un referéndum, a Rusia de forma pacífica.

Los acuerdos de Minsk , que podían haber evitado la guerra, en realidad fueron un engaño para ganar tiempo y fortalecer militarmente a Ucrania, según se desprende de las declaraciones de algunos de sus participantes, entre ellos Ángela Merkel.

Los poderes fácticos del imperialismo han decidido la guerra hasta la destrucción de Rusia, para ello están invirtiendo en miles de millones de dólares en armas, han desatado una histeria anti rusa y han logrado que los pueblos de Europa acepten la subida del costo de la vida, conquistando la mente y los corazones de las masas con una imagen satanizada de Rusia.

Se puede estar o no de acuerdo con la operación rusa en Ucrania, pero, a pesar de la satanización por parte del aparato mediático corporativo, no se puede dejar de reconocer que, a diferencia de las operaciones de la OTAN en Irak, Yugoeslavia. Afganistán y Libia no se ha bombardeado a la población civil. Las acciones de Rusia han estado dirigida a objetivos militares y últimamente a objetivos de doble uso.

A inicios de 2023, la Comisión Europea informó que ya se habían movilizado 9.500 millones de euros en ayuda a Ucrania desde febrero.

En un cable de una agencia de noticias se precisaba que 2.500 millones de la suma fueron destinados al apoyo militar, 2.200 millones a asistencia macro financiera, 620 millones fueron brindados para mantener el presupuesto, 335 millones para ayuda humanitaria y 330 millones de euros para los desplazados internos, la salud y la infraestructura.

Anoto de paso que solo para el funcionamiento del gobierno Ucrania recibe 5000 millones de dólares mensuales.

Estos datos apuntan a que Ucrania es en realidad un Estado fallido que solo se mantiene apoyado en las andaderas que le proporciona el imperialismo, dentro de su política de destruir a Rusia.

Por su parte los EE.UU. destinan miles de millones de dólares que pueden alcanzar los cien mil en ayuda militar.

Transcribo una información oficial de una dependencia estadounidense, según datos divulgados por el Comando de Transporte de Estados Unidos, en septiembre de 2022: “ Ha trasladado alrededor de 47 000 toneladas de armas y equipo militar a Europa en el marco de su asistencia militar a Ucrania.

Cifras totales:

140 sistemas de artillería y 660 000 proyectiles para ellos;

41 000 sistemas anti-blindaje;

1 400 sistemas de defensa aérea;

15 helicópteros;

38 radares;

10 200 armas pequeñas;

alrededor de 63,8 millones de cartuchos para armas pequeñas;

18 lanchas patrulleras, entre otros equipos.

Para el transporte de esas armas se requirieron 754 vuelos a Europa. Otras entregas fueron realizadas por 28 barcos, 67 trenes y 1 500 remolques”.

Una característica de esa ayuda es que implica armamento cada vez más sofisticado. Después de los proyectiles Javelin , el sistema de artillería de alta movilidad HIMARS (0 M M27LRS), y el sistema de defensa aérea más avanzado, el Patriot, los tanques pesados Leopard y ahora se pone sobre el tapete la entrega de aviación de combate.

Adicional a lo anterior miles de militares ucranianos han recibido entrenamiento en Estados Unidos, Canadá e Inglaterra.

De hecho, en diversos momentos, dirigentes europeos y norteamericanos han afirmado de diversas formas que están en guerra con Rusia, aunque luego se corrijan. Un ejemplo de ello es la reciente afirmación de Annaalena Barbock, Ministra de relaciones Exteriores de Alemania, de que están en guerra con Rusia o las de Josep Borrell, Alto Representante para la Defensa y las Relaciones Exteriores de la Unión Europea, con relación a una victoria final y recientemente afirmó que el camino de la paz pasa por la derrota de Rusia. De hecho, todos los pronunciamientos de Zelenski; tienen un tema central, la solicitud de más armamentos para ganar la guerra, en la reciente conferencia de seguridad de Múnich su mensaje fue que no debía haber ninguna traba en el suministro de armas a Ucrania y aprovechó para levantar el fantasma de un supuesto expansionismo ruso que se manifestará en la invasión de otros países del este europeo si vence en Ucrania.

El Secretario General de la OTAN ha sido claro en su pronunciamiento “debemos seguir proporcionando a Ucrania lo que necesita para vencer y alcanzar una paz duradera”

De todas formas, la progresión en la entrega de armamentos cada vez más complejos a Kiev, el entrenamiento en países dela OTAN de fuerzas militares ucranianas, incluyendo la anunciada entrega de aviones por parte de Inglaterra, indican que la proyección de la OTAN no descarta el enfrentamiento directo.

Los documentos que recogen la estrategia militar de EE.UU: y los de la reciente cumbre de la OTAN señalan a Rusia como el enemigo directo y a China como el estratégico. El recorrido de Jens Stoltenberg, Secretario general de la OTAN por “ países amigos” de Asia, ha tenido el objetivo inmediato de conseguir más armamentos para Ucrania y también , aunque no se diga, iniciar la presencia de la OTAN en la región. El tratado militar AUKUS puede ser el embrión de una nueva SEATO extendida. De paso no falto en sus declaraciones la satanización de China.

En estos momentos la apuesta es que, si la carrera armamentista fue uno de los factores de la caída de la Unión Soviética, hubo otros de mayor importancia, embarcar a Rusia en una guerra de desgaste contra la OTAN y EE.UU. con Ucrania de interpósito, puede tener el mismo efecto.

La parte ucraniana busca un incidente que provoque un gran conflicto, un ejemplo, entre otros, son los bombardeos por parte de sus fuerzas a la central nuclear de Zaporozhye en territorio ocupado por tropas rusas. A lo anterior se añade las expresiones de algunos dirigentes europeos y norteamericanos que hacen alusión a la posibilidad de un conflicto nuclear. Incluso el presidente Biden hizo unas declaraciones en las que afirmaba que Rusia estaba preparando un ataque nuclear. Esta declaración fueron desmentidas, de hecho. por un comentario del portavoz de la Casa Blanca cuando afirmó que esos comentarios, “no se basaron en inteligencia nueva o fresca o en nuevos indicios de que [el presidente ruso Vladimir] Putin haya tomado la decisión de usar armas nucleares y, bastante francamente, no tenemos ningún indicio de que haya tomado ese tipo de decisión”.

Liz Truss, la efímera primera ministra de Inglaterra declaró su disposición de utilizar armas nucleares en el conflicto, lanzando misiles nucleares desde sus cuatro submarinos Trident, aun si eso significara la aniquilación global.

Victoria Nuland declaró recientemente que Washington apoya un ataque a Crimea.

No se puede ver el conflicto en Ucrania separado de la estrategia global de dominación del imperialismo norteamericano apoyado en la guerra y la creación de tensiones en distintas partes del globo como política.

El presidente Biden firmó este año el mayor presupuesto militar en la historia de EE.UU., por un monto de 858 mil millones de dólares.

Esto no se puede ver separado tanto del papel que juega el gasto militar en la economía de EE.UU., algunos cálculos establecen que un 20% del producto nacional depende de los militares y un porciento más o menos igual de la fuerza de trabajo se emplea en las corporaciones que tienen que ver con suministros militares. Esto se puede ver como una especie de keynesianismo militar.

De ahí la necesidad que tiene EE.UU. de conflictos reales, potenciales o inventados que lo justifiquen

Los EE.UU. tienen la mayor maquinaria de guerra que cualquiera otra nación n la historia del mundo. Esa maquinaria abarca todo el orbe a través de una red de cientos de bases militares que se sigue ampliando; ahora incorpora 4 nuevas bases militares en Filipinas que se añaden a las cinco que ya tenía.

Napoleón afirmó que las bayonetas servían para muchas cosas, menos para sentarse sobre ellas y el historiador inglés, Toinbeeen señalo que el militarismo es la gran locura de los imperios que los lleva al suicidio. En cierto sentido se puede decir que los EE.UU. están en esa dirección.

En este caso de concretarse, arrastraría a la humanidad.

En fin hay un nivel de irracionalidad por parte del imperio, con tal de mantener su hegemonía, difícil de clasificar.

Por estas razones es posible un Armagedón nuclear.

Estad alertas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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