Trabajadores de emergencia sacan un cuerpo de los escombros, en la ciudad de Amizmiz, afectada por el terremoto, al sur de Marrakech, Marruecos, el 10 de septiembre de 2023. © Nacho Doce/Reuters
Por: Yurany Arciniegas
FANCE 24.-Rescatistas y residentes se apresuran este lunes 11 de septiembre a encontrar sobrevivientes bajo los escombros, tras el terremoto con una magnitud de 6.8 del pasado viernes, mientras el número de víctimas mortales se acerca a 2.900 y más de 2.500 heridos. Equipos de emergencia de Qatar, España y Reino Unido se han unido a las operaciones de emergencia. Pese a la magnitud de la tragedia, Rabat aún no ha aceptado la ayuda ofrecida por naciones como Francia y Turquía, en medio de diferencias políticas y diplomáticas.
Con palas y excavadoras, rescatistas expertos y sobrevivientes se unen para cavar entre los escombros de las remotas aldeas marroquíes, arrasadas por el terremoto de 6,8 de magnitud, registrado el pasado 8 de septiembre.
Después de 48 horas, las labores son de suma urgencia para tratar de encontrar vidas bajo casas de madera y ladrillo que se convirtieron en ruinas, pero los desafíos son de gran magnitud.
El número de fallecidos aumentó a 2.862, informó este lunes 11 de septiembre el Ministerio del Interior. Además, 2.501 personas resultaron heridas.
Muchas estructuras se derrumbaron fácilmente, incluidas casas tradicionales de ladrillos de adobe –una mezcla de arcilla y arena– piedra y madera tosca, una de las características pintorescas que han convertido al Alto Atlas en un imán para los turistas durante generaciones, ahora ampliamente destruida por el movimiento telúrico.
“Es difícil sacar a la gente con vida porque la mayoría de las paredes y techos se convirtieron en escombros de tierra cuando cayeron, enterrando a quien estuviera dentro sin dejar espacio de aire”, afirmó un trabajador militar, que pidió no ser identificado debido a normas en el Ejército.
“Es una catástrofe”
Visitantes y residentes hacen filas para donar sangre. En algunas aldeas, la gente llora, mientras los niños y policías con cascos cargan y sacan a los muertos. El rostro de Khadija Fairouje estaba hinchado por el llanto mientras se unía a familiares y vecinos que arrastraban sus pertenencias por calles llenas de piedras.
“Es una catástrofe (…) No sabemos cuál es el futuro. La ayuda sigue siendo insuficiente”, señaló el marroquí Salah Ancheu.
Quienes sobrevivieron pasaron la tercera noche a la intemperie, en medio de sus viviendas destruidas o en condiciones inestables.
En Imgdal, un pueblo a unos 75 kilómetros al sur de Marrakech, mujeres y niños se aglomeraban bajo tiendas de campaña improvisadas, instaladas a lo largo de la carretera, mientras algunos se congregaron alrededor de una fogata.
Ya es el terremoto más mortífero del país africano en seis décadas. No obstante, debido a que gran parte de la zona del terremoto se encuentra en regiones de difícil acceso, aún se desconocen por completo las consecuencias. Las autoridades no han publicado ninguna estimación sobre la cifra de personas que siguen desaparecidas.
Las carreteras bloqueadas u obstruidas por rocas desprendidas han dificultado el acceso a los sitios más afectados.
“Hay carreteras peores más arriba que todavía están bloqueadas y estamos tratando de abrirlas también”, aseguró el rescatista Ayman Koait, mientras furgonetas cargadas con ayuda se acumulaban a lo largo de una estrecha pista despejada.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) estima que 300.000 personas resultaron afectadas por el terremoto, devastador tras registrar una profundidad relativamente poco profunda.
La mayor parte de la destrucción y las muertes se produjeron en la provincia de Al Haouz, en las montañas del Alto Atlas, donde las casas se plegaron sobre sí mismas y las carreteras empinadas y sinuosas quedaron obstruidas por los escombros.
Marruecos solo acepta la ayuda de algunos países
Equipos selectos de auxilio y rescate extranjeros se han unido a los esfuerzos desesperados por encontrar sobrevivientes en lo alto de las montañas del Atlas de Marruecos.
Las autoridades locales señalaron que habían “respondido favorablemente” a los ofrecimientos de ayuda de delegaciones de búsqueda y rescate provenientes de España, Qatar, Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, aún no han aceptado las ofertas de asistencia de otras naciones como Francia y Turquía, a pesar de la magnitud del desastre.
El Ministro de Asuntos Exteriores francés anunció este lunes que destinará cinco millones de euros para ayudar a las organizaciones humanitarias que prestan socorro a las zonas devastadas por el terremoto en Marruecos.
Sin embargo, la cartera de Asuntos Exteriores del Gobierno de Emmanuel Macron señaló que depende de Marruecos aceptar la ayuda para encarar la emergencia.

Los dos gobiernos han experimentado fuertes tensiones políticas y diplomáticas en los últimos años, especialmente por el Sáhara Occidental. Rabat presiona a París para que reconozca la soberanía de Marruecos sobre esa región del norte de África.
Desde hace meses no hay embajador marroquí en Francia. Ambos países también han sostenido diferencias, a medida que París ha buscado mejorar sus relaciones con Argelia, el archirrival de Marruecos y otra de las antiguas colonias de París. Argel respalda al Frente Polisario, un grupo que ha luchado durante décadas por la independencia del Sáhara Occidental.
Ahora, pese a la tragedia por el terremoto, Rabat no estaría dispuesto a aceptar la ayuda del Gobierno de Macron.
“Se trata de una controversia fuera de lugar (…) Estamos dispuestos a ayudar a Marruecos. Es una decisión soberana de Marruecos y les corresponde a ellos decidir”, respondió la ministra de Exteriores francesa, Catherine Colonna, al ser cuestionada sobre este asunto.
Por su parte, el presidente Emmanuel Macron, aseguró que su Administración está dispuesta a proporcionar ayuda inmediata, a pesar de las malas relaciones diplomáticas entre los dos países.
“Las autoridades marroquíes saben exactamente qué se puede entregar, la naturaleza (de lo que se puede entregar) y el momento (…) Estamos a su disposición. Hicimos todo lo que pudimos. En el momento en que soliciten esta ayuda, se desplegará”, afirmó el mandatario galo.
Pero la falta de respuesta de Marruecos está causando las primeras consecuencias. En las últimas horas, Rescates Sin Fronteras, un grupo de ayuda francés que se especializa en localizar personas atrapadas bajo los escombros, señaló que retirará una oferta para enviar un equipo de búsqueda y rescate debido a que ha esperado infructuosamente que Marruecos le dé luz verde para desplegarse allí.
“Nuestra función no es encontrar cadáveres”, indicó a AP el fundador de la organización, Arnaud Fraisse.
Entretanto, Turquía, que experimentó un terremoto letal el pasado febrero, también ha ofrecido a Rabat ayuda y equipos de respuesta de emergencia. Su presidente, Recep Tayyip Erdoğan, aseguró que ayudaría “con todos los medios”, pero si el Gobierno de la nación afectada acepta la asistencia.
República Checa señaló que espera permiso para enviar un equipo de 70 socorristas. Y las autoridades de Alemania devolvieron a su país a más de 50 rescatistas que estaban esperando para volar, informó la agencia local de noticias DPA.
Con Reuters y AP
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