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¿Por qué Blinken reevaluó las ‘líneas rojas’ y dio marcha atrás en Crimea?

<strong>¿Por qué Blinken reevaluó las ‘líneas rojas’ y dio marcha atrás en Crimea?</strong>

El secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken afirmó el 15 de febrero ante un grupo de expertos que un intento ucraniano de retomar Crimea sería ‘una línea roja’ para el presidente ruso Vladímir Putin que podría provocar una dura reacción por parte de Moscú.

“Es curioso, ya que en el pasado los dirigentes estadounidenses no parecían entender lo que significa el término ‘línea roja'”, indicó a Sputnik la teniente coronel retirada Karen Kwiatkowski, antigua analista del Departamento de Defensa de EE. UU.

Kwiatkowski planteó que existe la posibilidad de que Blinken “esté tomando conciencia de la grave debilidad y el rápido deterioro de la situación de Ucrania, en los frentes militar, humanitario y de liderazgo político”.

Añade que los expertos del mundo, incluso algunos importantes militares retirados y otros analistas de EE. UU., disponen de una amplia gama de información objetiva, así como de evaluaciones precisas de la situación de Ucrania, y el Departamento de Estado de EE. UU. está filtrándola gradualmente.

Al mismo tiempo, opina que, tanto la inteligencia europea como la israelí contarían con la confianza de los dirigentes estadounidenses, pero sospecha que “Blinken se está volviendo pesimista”.

“A Blinken le interesa reducir las expectativas estadounidenses y, si es posible, terminar la guerra con algún tipo de narrativa de ‘victoria’ antes de que Joe Biden, que le nombró, entre en su campaña de reelección dentro de 12 meses”, prosiguió la teniente coronel retirada.

En una reciente llamada de Zoom con un grupo de expertos, Blinken precisó que Estados Unidos no está animando activamente a Ucrania a retomar Crimea y que se trata de una iniciativa exclusiva de Kiev.

Las declaraciones de Blinken se produjeron después de que los medios de comunicación estadounidenses informaran en enero de que el Gobierno de Biden está considerando el argumento de que Kiev necesita la fuerza para recuperar Crimea. The New York Times informó el 18 de enero de que el Gobierno estadounidense cree que, si el Ejército ucraniano hubiera tenido la oportunidad de amenazar la península, habría impulsado la posición negociadora de Kiev, aunque tal movimiento aumentara el riesgo de escalada.

Los medios de comunicación afirmaron, citando a funcionarios estadounidenses anónimos, que Kiev y Washington habían estado discutiendo el uso de armas suministradas por EE. UU., como los sistemas de cohetes Himars y los vehículos de combate Bradley, para socavar el control de Rusia sobre un puente terrestre que funciona como una ruta de suministro crítica que conecta Crimea con Rusia a través de Melitópol y Mariúpol. El periódico también citaba a Frederick B. Hodges, teniente general retirado y ex alto mando estadounidense en Europa, quien afirmó que en los próximos meses los Bradley podrían utilizarse para ayudar a cortar el puente terrestre.

El aparente cambio de opinión de Blinken entra en contradicción con los informes de enero. Por otra parte, RAND (Research and Development en inglés), un think tank estadounidense sin ánimo de lucro especializado en política global creado en 1948 por la Douglas Aircraft Company para ofrecer investigación y análisis a las FFAA de EEUU, ha publicado un análisis en el que afirma que un conflicto militar prolongado en Ucrania no redunda en interés de EEUU.

RAND señala que el riesgo de un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN es elevado mientras dure el conflicto.

El informe también alegaba que un final del conflicto ruso-ucraniano “que deje a Ucrania en pleno control sobre todo su territorio internacionalmente reconocido (…) sigue siendo un resultado altamente improbable”. Además, señalaba que “la línea de control a partir de diciembre de 2022 no priva a Kiev de zonas económicamente vitales que afectarían drásticamente a la viabilidad del país”.

“Blinken parte del hecho de que Crimea ha sido durante mucho tiempo un territorio ruso”, subrayó a Sputnik Ivan Konoválov, experto militar y analista político. Añade que “siempre ha sido un territorio ruso”.

“Crimea volvió al puerto ruso en 2014. Estados Unidos sabe muy bien que en Rusia esta cuestión no es gubernamental, sino popular. Esta es la opinión general del pueblo ruso: Crimea es tierra rusa. Y está claro para los analistas estadounidenses, para los políticos, para los militares estadounidenses, para los que observan objetivamente esta situación a qué conducirá un ataque a Crimea”, indicó.

Pero eso no es todo: de acuerdo con los interlocutores de Sputnik, parece que EEUU no dispone de los recursos y la resistencia necesarios para seguir adelante con el conflicto.

A principios de esta semana, la prensa occidental informó de que el Pentágono está revisando sus arsenales de armas y podría tener que aumentar el gasto militar tras comprobar la rapidez con la que se ha utilizado la munición durante el conflicto de Ucrania.

El 14 de febrero, funcionarios del Departamento de Defensa se reunieron con sus homólogos en Bruselas para coordinar cantidades masivas de ayuda letal a Kiev. La cantidad de munición necesaria para prolongar el conflicto puso al descubierto las vulnerabilidades de la industria de defensa de EEUU y sus aliados, informan los medios occidentales.

“Estados Unidos reconoce, aunque no quiera, que Europa está agotada”, sostuvo Konoválov. “Es decir, si el conflicto continúa, los estadounidenses deberían asumir la mayor parte de la carga, aunque ya han asumido bastante. Pero en Europa, militarmente, las posibilidades no son muy grandes”, destacó.

Agregó que ahora mismo esta situación se ha convertido en un dilema para los norteamericanos que “están sacando de los europeos todo lo que pueden”.

“Pero echen un vistazo a la situación con los tanques. Al principio decidieron que se entregarían Leopard, pero ahora la mayoría de los países se niegan [a hacerlo]. Además, la primera entrega de Leopard será de Leopard 1. Y este es un tanque completamente viejo con un cañón viejo”, detalló.

Kiev está instando a sus patrocinadores occidentales a que le proporcionen más armas y apoyo para apoderarse de Crimea, pero eso requeriría una enorme agrupación militar, armas de largo alcance y fuerzas navales, es decir, algo que Ucrania no tiene, según el experto ruso.

Kiev tiene mucho entre manos en estos momentos, y no puede ni soñar con desviar su atención hacia Crimea, se hizo eco Kwiatkowski.

“Ucrania no tiene la capacidad militar necesaria ni siquiera para recuperar el Donbás, y reenfocar su capacidad restante en el campo de batalla hacia Crimea fracturaría aún más el territorio ucraniano — y sería infructuoso en ambos frentes”, afirma la exanalista del Pentágono. “Ningún general aconsejaría una estrategia de división de unas fuerzas ya de por sí limitadas, ni siquiera para tratar de tomar una porción de terreno tan estratégicamente valiosa”, agregó.

“Es posible que los dirigentes ucranianos, y el propio Zelenski, hayan malinterpretado las predicciones estadounidenses y crean realmente que Estados Unidos y la OTAN librarán una guerra terrestre y marítima contra Rusia por Crimea justo antes de unas elecciones estadounidenses, justo cuando varios Gobiernos miembros de la OTAN se tambalean por todo el fiasco de Ucrania”, prosiguió Kwiatkowski.

Sin embargo, advirtió contra la creencia de que los dirigentes estadounidenses estén dispuestos a dar marcha atrás a corto plazo: pueden intentar una escalada mayor o cambiar la narrativa y buscar una salida.

“No descarto la posibilidad de actos terroristas estadounidenses directamente contra Rusia, del tipo que vimos con la destrucción de Nord Stream I y II en septiembre”, recordó.

“Debido a que, en muchos sentidos, los responsables políticos estadounidenses están mal informados y temerosos de sufrir más pérdidas financieras y de reputación como resultado de su apoyo al Estado fallido de Ucrania, están cada vez más desesperados por encontrar una salida. Tanto las falsas banderas para escalar, como las falsas banderas para cambiar la narrativa, son posibles, y estoy seguro de que las agencias de inteligencia de todo el mundo están cada vez más al límite”, concluyó.

El presidente ruso, Vladímir Putin, anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial para defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de la operación especial es la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.

En reiteradas ocasiones, Moscú denunció que EE. UU. y otros países de la OTAN se implicaron en el conflicto con el envío de grandes cantidades de armamento a las tropas ucranianas. Moscú envió a los países de la Alianza una nota relativa a los suministros de armamento para el régimen de Kiev, en la que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, advirtió que cualquier cargamento que incluyera armas destinadas para Ucrania se convertiría en un blanco legítimo para las tropas de Rusia.

De Sputnik

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