Peso mexicano   CC0 / Pixabay / Westark /

La divisa mexicana mantuvo su tendencia alcista en las horas finales del mes, al cerrar su cotización este viernes 31 de marzo a 18.0201 pesos por dólar, y llegando incluso a perforar la barrera de los 18 pesos por billete verde durante la jornada, según datos del Banco de México.

Sputnik 01.04.2023.-No solo se trata de una apreciación de la moneda nacional en un 0.42% con respecto a su valor en el día anterior, sino que corona lo que fue el mejor resultado para el peso mexicano en un primer trimestre desde el 2017, al acumular una ganancia de 7,63% con respecto a la moneda del vecino Estados Unidos.

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Como si esto fuera poco, el peso mexicano ha ganado terreno con respecto al dólar en un 26% en comparación con su precio en abril del 2020, cuando debido a la incertidumbre desatada por la crisis del coronavirus llegó a un máximo de 24,85 pesos por dólar.

¿Qué explica el continuo buen desempeño de la moneda mexicana, que el año pasado fue la segunda moneda más apreciada en el mundo y en el 2023 es la primera? ¿Y cuáles son los efectos que la revalorización del peso tiene en la economía local?

Un fenómeno multicausal

De acuerdo con el analista Juan Carlos Cruz Tapia, docente de la Escuela Bancaria y Comercial de México y licenciado en finanzas y banca, se trata de un fenómeno provocado por múltiples factores.

“La moneda mexicana, al igual que la de otros países emergentes, es la preferida de los inversionistas a nivel global. Una de las razones (de) que es tan atractiva es porque, por ejemplo, cuando en Estados Unidos la tasa real es negativa, ya que si bien la tasa de interés de la Fed (Reserva Federal) se encuentra en un rango entre 4,75 y 5%, tienen una inflación al 6%, lo cual implica una pérdida de poder adquisitivo. En México ocurre lo contrario”, explica el especialista.

“Aquí, el Banco de México elevó su tasa al 11,25% y la inflación es del 7,6%, entonces invertir en el peso mexicano te garantiza una ganancia de 3,5% por encima de la inflación”, explica.

Otro de los motivos ha sido el récord de remesas —recursos enviados de EEUU a México— que se viene alcanzando, que en el 2022 totalizaron 58.497 millones de dólares, un crecimiento del 13,4% con respecto al 2021 y un noveno aumento anual consecutivo.

Debido a que la mayoría de los mexicanos que reciben estos envíos se desprenden de la moneda estadounidense para hacerse de pesos mexicanos a utilizar en el día a día, esto afecta el valor del dólar a la baja.

Por otro lado, las buenas noticias con respecto a la llegada de grandes inversores a territorio mexicano, como Elon Musk, quien recientemente anunció que construirá una mega planta de Tesla en el estado norteño de Nuevo León, tienen un efecto positivo en los inversores con respecto a la confianza en el país y el flujo de inversión directa extranjera.

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En ese sentido, en noviembre de 2022 la Secretaría de Economía mexicana precisó que la inversión extranjera directa durante los primeros nueve meses del año ascendió a más de 32.147 millones de dólares, un aumento de casi el 30% con respecto al mismo periodo en el 2021 y el número más alto desde 1999.

Estos datos positivos, señala el especialista, sumado al manejo responsable que el Gobierno mexicano ha hecho de las finanzas públicas y a factores externos como la debilidad global del dólar, está produciendo la apreciación de la moneda mexicana.

¿Cuánto durará?

Para Cruz Tapia, la duración de la fortaleza de la moneda mexicana es difícil de predecir. Si bien las instituciones financieras coinciden en mantener su perspectiva económica positiva sobre el crecimiento de la economía y la captación de inversiones extranjeras para el 2023, la reciente quiebra de dos bancos estadounidenses recordó una vez más la fragilidad de los sistemas financieros y el impacto que tienen en la economía global.

“Hace apenas un par de semanas vimos cómo la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank hizo que unos días el valor del peso fuera de 17,90 a 19,20, es decir, una depreciación del 7%, entonces hay que estar muy atentos a la coyuntura bancaria, a las tasas de interés, y a ver qué tanto apetito siguen teniendo los inversores por los mercados emergentes”, explica.

“El peso mexicano es la moneda latinoamericana más líquida, lo cual siempre es interesante para los inversionistas. Pero esa misma liquidez es lo que (hace que) su cotización sea muy volátil, haciendo que su rumbo sea muy incierto”, explicó.

El especialista lo ejemplifica invocando la primera ley de Newton: un objeto mantiene su trayectoria a menos que otra fuerza externa actúe sobre él. En este momento, el recorrido alcista del peso mexicano está ligado a buenas noticias internas y factores externos beneficiosos, pero cualquier turbulencia mundial podría hacer que el escenario cambie rápidamente y, con ello, el valor del peso.

Riesgos para la economía mexicana

La revalorización de la moneda del país latinoamericano, si bien puede parecer a primera vista una noticia enteramente positiva, conlleva sus riesgos para la economía, así como también para los bolsillos de los ciudadanos y el mercado laboral.

“En este momento, la revalorización del peso se trata principalmente de una apreciación nominal, es decir, vinculada a su tipo de cambio con respecto el dólar. El riesgo central es que esto se traduzca a una apreciación real, es decir, que impacte el precio de la canasta de bienes mexicanos y que estos se encarezcan considerablemente con respecto a los bienes estadounidenses”, explica el economista Víctor Gómez Ayala, director de inteligencia de datos de la Fundación Rafael Dónde.

“Si a esto se le suma la desaceleración que está proyectada en la producción manufacturera para el 2023, en parte por la debilidad de la economía estadounidense, podría ser un problema para el país”, añade.

Cruz Tapia coincide en señalar el riesgo potencial para los exportadores mexicanos de una moneda mexicana demasiado fuerte, ya que se encarece su producción.

“Cuando se tiene una moneda depreciada, por lo general crece la inversión directa extranjera, porque se puede producir más por menos. Con un tipo de cambio fuerte, ocurre a la inversa, aunque también cabe señalar que es una situación que puede ser contrarrestada con incentivos fiscales, certidumbre jurídica, y ayudada por la baja inflación que implica un tipo de cambio apreciado”, concluyó.

A lo largo del 2022, el peso tuvo un valor mínimo de 19,1656 pesos por dólar y un máximo de 21,3327, con lo que se posicionó como una de las divisas más apreciadas durante ese año.

Después del peso, las divisas mejor apreciadas en el año fueron el real brasileño, con 5,24%; el sol peruano, con 4,55%; el rublo ruso, con 3,96%; el dólar de Singapur, con 0,21%, y el peso chileno, con una apreciación de 0,09%, según datos del medio mexicano especializado en finanzas Expansión.